top of page

MANIFIESTO ARTEOGRAMA

¿Qué es el Manifiesto Arteograma?

El Arteograma es un manifiesto que reúne más de un centenar de principios y declaraciones que exploran el arte desde diferentes planos: técnico, estético, conceptual y cultural. No pretende dictar normas, sino proponer una estructura de comprensión que devuelva al arte su poder simbólico, ético y humano. Es, en esencia, una brújula simbólica para orientarse entre la creación y la apreciación, entre la obra y el espectador, entre la técnica y la trascendencia. Es una herramienta que pretende medir las pulsaciones de una obra artística.

​¿Cómo nació el Manifiesto?

El Arteograma nació cuando me propuse crear esculturas y pinturas con un sentido más profundo. Quería comprender cuáles eran las bases reales sobre las que descansa el arte: no sólo para dotar de intención mis obras, sino para asegurarme de que en ellas habitaran valores artísticos reconocibles.

Pensé que esa búsqueda sería sencilla, que los siglos de historia del arte me entregarían respuestas claras. Pero para mi sorpresa, cuando empecé a indagar y conversar con doctores, maestros y expertos, descubrí que muchos discrepaban entre sí, estaban diametralmente opuestos en sus ideas, teorías y críticas.
 

Cada uno defendía su visión como verdad absoluta, unos descalificando ciertos tipos de arte y otros mas defendiéndolos. Todo aquello, lejos de aclararme, me dejó más confundido, entonces comprendí que mi búsqueda no sería sobre qué es el arte según otros, sino sobre cómo construir una brújula propia que me permitiera entenderlo, darme dirección y crearlo con conciencia.

 

Así comenzó el Manifiesto Arteograma: una investigación, una experiencia y un manifiesto personal, formado con mi lógica, mi sensibilidad y el contraste con múltiples corrientes e intelectuales. No para imponer una verdad, sino para descubrir una guía interior, una herramienta que me ayudara a pensar, sentir y evaluar el arte desde una mirada más integral, imparcial y objetiva.

Invitación

El Manifiesto no está cerrado; sigue creciendo con cada mirada y cada duda. Invito a quien lo lea —artista, espectador, crítico o curioso— a reflexionar sobre el arte no como un objeto, sino como una presencia viva, porque al final, toda obra auténtica como un corazón, late y el Arteograma intenta escuchar, medir y reflexionar esas pulsaciones.​

El Arteograma no se agota en estas líneas. Si quieres conocer a fondo sus principios, estructuras y reflexiones, puedes leer el manifiesto completo. Haz clic en la imagen o en el enlace para sumergirte en su lectura. 

 

 

                                

                                  

                                                             

bottom of page